Por ello, nuestra actividad siempre se realiza en continuo intercambio con los clientes, pues sólo de esa manera es posible el enriquecimiento de los proyectos y la consecución de un resultado adecuado a las expectativas, tanto las formuladas inicialmente como aquellas que emergen en el desarrollo de los trabajos.

Para lograr esos resultados consideramos fundamental el conocimiento del lugar sobre el que se actúa, sus características físicas, topográficas, climáticas e históricas. Sobre este sustrato se superpondrán los requerimientos del cliente.

Otro factor cada vez más importante es la respuesta a los múltiples factores técnicos y normativos que afectan a la obra constructiva. Estos condicionantes han de entenderse no como imposiciones sino como posibilidades de desarrollo, como ocurre con la progresiva implantación de criterios ambientales en la edificación.